jueves, 15 de mayo de 2014

Cuidar el fuego

Vivo en un casa donde la familia
Decidió conservar los muebles viejos
Donde permanecen los objetos
Que sobrevivieron a mis abuelos.

Los objetos nos trascienden
A veces me dan ganas de incendiarlos.

Yo no recuerdo la casita
Que tuvimos en Buenos Aires
Sé que mis padres corrieron
cargándome en brazos mientras
atrás, todo ardía en llamas.
Permanezco en esa fuga
intentando sobrevivir.

El Señor puso en mis manos sus lenguas de fuego
el oficio es aprender a tratarlas con cuidado
darle a cada una su lugar preciso
dejar de escapar, de una vez
dejarme alcanzar por las llamas.

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